domingo, 19 de abril de 2009

Entrevista Terra. Emancipación del Hogar Paterno. 11-03-09

1. ¿Consideras que los jóvenes retrasan cada vez más su salida del hogar paterno?

La salida de los jóvenes del hogar paterno es un fenómeno que toma distintas formas de acuerdo a la cultura en la que está inserto. En Chile efectivamente ha habido una extensión del período de la llamada “moratoria psicosocial”, nombre que recibe el proceso en que se aplaza, desde el adolescente, la consecución de una identidad adulta lograda. Aunque este es un proceso psicosocial normal, la extensión más allá de lo esperable de esta etapa puede implicar conflictos a la base, que es importante revisar.

2. ¿Por qué se produce ese deseo de permanecer cobijados por los papás?

Aunque este es un fenómeno complejo, en el que participan factores sociales o económicos entre otros, desde el punto de vista psicológico este fenómeno puede ser pensado. Un concepto importante es el de “ser cobijado”. Aunque desde el sentido común la salida tardía del hijo desde el hogar de los padres se asocia a protección, cuidado y cariño que se extienden lo más posible, el fenómeno dista de poseer estas cualidades. Por el contrario, frecuentemente existen conflictos inconscientes en ese hijo que afectan la imagen de sí mismo y de su capacidad para construir una nueva identidad, que lo estancan a la realidad del hogar paterno.

3. ¿Los jóvenes que parten de su casa a temprana edad, han logrado madurar más rápidamente?

No necesariamente. Que un fenómeno ocurra más temprano de lo que se espera no necesariamente es señal de un proceso sano, ni tampoco es sano necesariamente la extensión indefinida de la dependencia paterna. Es fundamental entender caso a caso desde qué lugar, o cuál es la motivación que hace que el hijo se independice del hogar de los padres. Una salida temprana puede reflejar la existencia de conflictos al interior de la familia que ni el joven ni la misma familia pueden tolerar. Lo que no puede ser pensado tiende a ser actuado, y en ese sentido el emigrar tempranamente puede ser la actuación de un conflicto.

4. ¿A qué edad promedio deberían dejar los hijos el hogar paterno?

No hay una edad definida para la emancipación del hogar paterno. Hay distintos factores intervinientes en este proceso, tanto externos como internos, que constantemente se conjugan facilitando o dificultando la salida de los hijos. Por ejemplo, pensar en dejar el hogar paterno implica tener ingresos que permitan sustentarse por sí mismo. Pero factores internos, como la creencia inconsciente de no ser capaz de lograr armar un proyecto propio puede afectar el desempeño laboral.

Se espera en general que el término del proceso de la adolescencia y la entrada a la adultez ubique al individuo en la posición generativa y que sea capaz de construir vínculos amorosos distintos a los familiares.

5. ¿Tienen culpa los papás en el poco deseo que tienen los hijos de independizarse?

Este es un fenómeno lo suficientemente complejo como para ubicar la responsabilidad en algún grupo específico. Sin embargo, los padres juegan un rol importante en la independencia de los hijos, pues la salida de éstos últimos implica dejar un espacio que puede ser difícil de tolerar para los padres. Se pone en juego para los padres la capacidad de tolerar la pérdida y de reconocer la identidad adulta del hijo.

6. ¿Puede esa tardanza dificultar mucho más su independencia, o su relación matrimonial o de pareja posterior? (por el acostumbramiento a que le hagan todo)

El hecho mismo de prolongar indefinidamente la dependencia al hogar paterno ya alberga a la base una dificultad para generar y mantener un vínculo amoroso externo a la pareja parental. La independencia emocional (no absoluta) es condición necesaria para establecer vínculos amorosos maduros.

7. ¿Cómo pueden motivar los padres a sus hijos a independizarse?

Aunque parezca paradójico, el apoyo que pueden dar los padres en este sentido es un ejercicio interno: aceptar que hay áreas de la vida de los hijos que ellos no pueden controlar. La independencia del hogar paterno es una consecuencia de un proceso de independencia psicológica que se dará de buena forma si los padres son capaces de retirarse en el momento en que los hijos necesitan tomar sus propias decisiones.

8. ¿Qué opinas de los que nunca se van y llevan a sus parejas e hijos al hogar paterno?

Es fundamental mirar más allá de lo que ocurre en un grupo familiar así constituido. Aunque en primer plano suelen argumentarse razones económicas, hay que dilucidar qué está ocurriendo al interior de esa familia. Pueden existir conflictos en la pareja de padres, que inconscientemente quedan silenciados por la configuración familiar.

9. ¿Se trata esa dependencia con una terapia?

Cuando esta dependencia se hace problemática, la terapia psicológica puede constituirse en una instancia que facilite el crecimiento del individuo. En estos casos, el terapeuta no genera una relación de dependencia del paciente tal como la ha tenido con sus propios padres, sino que da la oportunidad para que éste pueda ir encontrando sus propias respuestas.

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