martes, 20 de enero de 2009

Entrevista Terra. Indecisas Crónicas. 20-01-09

1. ¿Existen mujeres que por personalidad o por formación son más propensas a ser indecisas?

Aunque la indecisión puede darse en distintos tipos de personalidad, tiende a presentarse más frecuentemente como característica en personalidades dependientes, en las que las decisiones importantes suelen ser tomadas en base a lo que determina directa o indirectamente el otro hacia el cual se depende.
La indecisión, concepto que pone el acento en el proceso intelectual, puede tener a la base elementos emocionales. En este caso, estaría ligada a la inseguridad y a la autoestima. Cuando en la crianza de un niño están presentes figuras paternas de mucha autoridad o sobreprotección, puede fomentarse la inseguridad, y por ende, afectar la toma de decisiones de la persona.

2. ¿Cómo pueden solucionarlo cuando les afecta desde elegir una ropa hasta optar por un trabajo o el matrimonio?

Para solucionarlo el primer paso es pensar de dónde viene, y distinguir si existen factores de la realidad que influyan en la indecisión, o si es meramente inseguridad. Por ejemplo, dudar en qué ponerse puede ser importante si hay un problema real de peso, o dudar en casarse es fundamental si aquella persona puede eventualmente ser muy dañina. Dudar es adaptativo, pues nos conecta con el hecho que nuestros actos tienen consecuencias. El problema se agudiza cuando no hay razón concreta en el ambiente que justifique tal indecisión. En estos casos puede ser importante la ayuda de un especialista, para discernir las causas del problema.

Cuando la indecisión se transforma en un síntoma muy grave, que paraliza las actividades de la vida cotidiana, puede haber a la base un Trastorno Obsesivo Compulsivo, que requiere de tratamiento psiquiátrico. En los casos en que la indecisión tiene asociado una merma muy importante en el autoestima, puede ser de ayuda darse un espacio de psicoterapia.

3. ¿Suelen ser estas mujeres sumamente volubles y manipulables por los demás? ¿Se pueden aprovechar los otros de esta característica?

Las mujeres indecisas pueden efectivamente ser extremadamente volubles y manipulables, especialmente si a la base hay fragilidad emocional. Esto ocurre porque hay una necesidad muy fuerte de aprobación y de dependencia. Mientras más fragilidad emocional haya a la base de la indecisión, más proclives están estas mujeres en ser manipuladas, o vincularse en relaciones que profundamente no desean.

4. ¿Hay alguna etapa de la vida, como la adolescencia, en que las mujeres son más indecisas?

La indecisión puede ser un fenómeno mucho más recurrente en etapas del ciclo vital en las que se cursa desde la dependencia familiar hacia la independencia. En esta etapa, que suele coincidir con la adolescencia, se suelen concentrar situaciones muy significativas del desarrollo, como por ejemplo la elección de pareja, carrera o actividad laboral, que requieren de que la joven conozca sus propios deseos y necesidades y no tanto ser protegida por los padres o figuras de autoridad.

5. ¿Qué hechos pueden ayudarla a tener mayor seguridad de sus acciones, sin dudar tanto de los efectos que produzcan?

Es importante reconocer el ambiente en el cual la persona se desenvuelve, y que tenga presente qué se espera de ella. Diferenciar espacios puede ayudar a definir los límites y moverse con más seguridad.
Vincularse con otros que brinden apoyo, contengan en momentos de inseguridad o soporten la angustia y la frustración es fundamental. Por el contrario, la presión y la exigencia suelen provocar el efecto inverso. Hay que tener siempre presente que la confianza es una cualidad que se construye de a poco, con un medio que tolera el error y confía en que finalmente la persona logrará desplegarse.

domingo, 18 de enero de 2009

Entrevista Terra. Mujeres Ecologistas. 16-01-2009

1. ¿Hay personas que por rasgos de personalidad son más sensibles o propensas a defender las causas sociales como la ecología?

No existe un tipo de personalidad específico que propicie la preocupación por causas sociales ligadas con la ecología. Existen, sin embargo, algunos requisitos en cuanto a características de personalidad para que un individuo defienda activamente una causa social: 1. la capacidad de preocuparse por otro, es decir, desarrollar un cierto nivel de empatía y 2. Un cierto nivel de rasgos paranoides, que fomenten la sensación de que hay un otro que quiere dañar y del cual hay que protegerse.
Además de los rasgos de personalidad, la participación en causas sociales puede ser más proclive en grupos como los adolescentes, quienes poseen, por las características de esta etapa, mayor desarrollo en el pensamiento crítico, lo que les permite cuestionar lo establecido, la autoridad, y participar activamente en la defensa de los grupos más necesitados.

2. ¿Se puede producir en estas personas un fanatismo mal entendido que puede llevarlos a vivir protestas extremas que incluso atenten contra su vida? (mueren por una causa, sobretodo jóvenes)

En estos casos habría que pensar cuál es la finalidad de la protesta. Cuando las características de personalidad del individuo que protesta están lo suficientemente integradas, es improbable que exista un desenlace tal como atentar contra la vida propia. Por el contrario, cuando un individuo posee un monto importante de conflictos psíquicos, la situación de protesta puede pasar a ser, por ejemplo, un lugar para exponerse a un daño, o un escenario para proyectar partes de sí mismo (por ejemplo, sentirse uno mismo dañado o amenazado, en vez de los animales).

3. ¿Consideras que realmente estás protestas – como las de desnudos emulando la muerte con un baño de sangre – concientizan a la población sobre la violencia animal?

Indudablemente generan un impacto, pero es dudoso que lleguen a la conciencia de las personas fomentando la real preocupación por el medio ambiente. Permiten que por un momento pongamos atención, nos de rabia o nos sorprendamos, pero no instalan la preocupación por el otro.
La preocupación por el otro es una capacidad que se adquiere tempranamente en el desarrollo humano, y se funda en los buenos cuidados que ha recibido el bebé. Son estos cuidados los que le van a permitir a ese bebé preocuparse cuando adulto tanto por otros como por el ambiente que lo rodea.

4. ¿Qué opinión tienes desde la psicología que las personas usen el desnudo como protesta, para llamar la atención e impactar?

El desnudo como protesta utiliza la impresión que se genera en el espectador. De esta forma, se llama la atención efectivamente hacia algo o alguien que podría pasar fácilmente desapercibido.
Las características de esta situación pueden conjugarse con individuos que posean rasgos de personalidad exhibicionistas, quienes tienen la necesidad de mostrarse y causar impresión, más allá del fundamento de la protesta.
También hay que señalar que este tipo de protesta se facilita si se da en un grupo. Hay individuos que por sí solos no recurrirían a exhibirse desnudos para protestar, pero sí puede darse dentro de un grupo, pues, como regla general, en éstos los límites del individuo tienden a diluirse.

domingo, 11 de enero de 2009

Entrevista Terra. Mujeres que profundizan su angustia al límite del masoquismo. 9-1-2009

1. ¿Tenemos las mujeres cierta dosis de masoquismo en las relaciones amorosas?

Toda relación amorosa implica algún grado de sufrimiento, pues dependemos de otro que además tiene sus propias necesidades. En este escenario, tanto hombres como mujeres somos capaces de establecer relaciones estables, duraderas, y plenamente satisfactorias para nuestras necesidades emocionales.
Sin embargo, hay ciertas mujeres que poseen rasgos de personalidad masoquista, con características tales como, por ejemplo, victimizarse ante el dolor emocional, o establecer relaciones de dependencia simbiótica, que indudablemente generarán conflictos importantes en cualquier relación amorosa que establezcan. Dicho de otra forma, es un estilo que han adquirido para establecer vínculos cercanos.
Otro grupo importante de mujeres busca conscientemente establecer relaciones plenas y satisfactorias, pero inconscientemente tienden a repetir un patrón de relaciones insatisfactorias, lo cual las deja con un alto nivel de frustración. Aunque aquí no hay una personalidad masoquista a la base, hay un monto importante de conflictos inconscientes que no permiten la plenitud a nivel de pareja.

2. ¿Considera que culturalmente se le ha enseñado a la mujer a postergarse?

Indudablemente el rol social de la mujer ha tenido a evolucionado desde un mayor nivel de postergación en comparación con el hombre. Sin embargo, la situación ha evolucionado en las últimas décadas, y cada vez menos las mujeres están llamadas a postergarse o someterse por la cultura.
Es importante en este punto hacer la diferencia entre el rol social que se impone y lo propiamente femenino. Por ejemplo, la función materna implica necesariamente postergarse en actividades habituales, y esto está lejos de ser un sesgo cultural o un “machismo”. Los problemas surgen cuando la cultura transmite el mensaje de la postergación por el sólo hecho de ser mujer.

3. ¿Por qué algunas mujeres escogen jugar el papel de víctima o les gusta sacrificarse por los demás?

Como mencionaba anteriormente, el papel de víctima o el sacrificio permanente por los otros podría estar dado por rasgos de personalidad, con los cuales estas mujeres pueden tener la sensación de control del otro y de la relación, en base a la manipulación, el deterioro personal y el rol de mártir. Estas son formas desadaptativas de relacionarse con otros, que tiene su génesis en los primeros años de infancia, y que esconde un gran monto de agresión, dirigida tanto a ellas mismas como al otro que es controlado.

4. ¿Esconde ese sacrificio permanente algún otro problema que esta siendo solapado?

En el sacrificio constante por el otro puede haber una necesidad inconsciente de negar una realidad propia que queda opacada por lo que la pareja, los padres o el trabajo, por ejemplo, requieren. Esto ocurre porque la alternativa de enfrentar los propios conflictos, dolores o vacíos resulta extremadamente doloroso.

5. ¿Hay una cuota de baja autoestima o poca seguridad en las mujeres que se dejan pisotear por su pareja, reciben insultos, o soportan infidelidades?

Hablar de baja autoestima cuando tratamos de explicar situaciones tales como el soportar violencia o infidelidad dentro de una relación de pareja resulta muy amplio. Se trata más bien de vínculos en donde se tramita un monto muy importante de agresión por ambas partes, que en el caso de las mujeres resulta inconscientemente ganancial, pues les permite repetir un modo de vincularse que ya conocen.

6. ¿Cómo entendemos el hecho de que a ciertas mujeres "les guste sufrir", es decir, no hacen nada para remediarlo?

Dado lo anterior, resulta curioso ver cómo ciertas mujeres mantienen relaciones que, a todas luces resultan inconcebibles, sabiéndose maltratadas. Suele ocurrir que muchos intentos de otros de afuera de separar el vínculo violento resulta boicoteado por las mismas mujeres, y no necesariamente por temor a represalias. Esto muestra que se juega mucho más que una situación de víctima de algo que no se controla. Podemos pensar que estos vínculos tienen, inconscientemente, una utilidad: poner en el otro aspectos propios muy violentos, es decir, proyectarlos, y a la vez controlarlos, etiquetándolos en otro que de esta forma se transforma en el violento.

7. ¿Cómo pueden esas mujeres masoquistas dejar esa actitud de lado para plantearse ante la vida de manera más positiva?

En estos casos el sentido común no suele ser muy efectivo. Uno puede empeñarse en mostrar lo obvio de la situación degradante y violenta, y argumentar que ella no merece esto, pero estas palabras suelen fortalecer el rol de víctima-mártir de la persona. Lo que permite abrir la opción de dejar de repetir esta dinámica es construir relaciones íntimas radicalmente distintas. En esto ayuda un proceso de psicoterapia, en el que se establece una relación íntima con un profesional que va mostrando cómo la persona tiende a repetir las mismas formas de relacionarse con los demás que la dañan tanto.